LOS CLUBES PONEN LOS JUGADORES PARA EL MUNDIAL Y SE LLEVAN MIGAJAS
Qué negocio extraordinario
La FIFA organiza el Mundial con capital ajeno: repartirá casi 400 millones entre las asociaciones nacionales que jugarán la Copa del Mundo, pero apenas les dará la décima parte a los clubes que deben ceder a sus futbolistas.
Por Pablo Vignone
Un negocio extraordinario. Además de los 450 mil hinchas extranjeros que desembarquen en Sudáfrica para ver el Mundial junto con los fanáticos locales, que ya llevan adquiridas el 60 por ciento de las entradas vendidas, miles de millones de personas lo mirarán por televisión, lo que dejará en las arcas de la FIFA más de 2000 millones de dólares. En el último año en que hubo Copa del Mundo, en 2006, la entidad que preside Joseph Blatter reportó ganancias por casi 250 millones de dólares.
El Mundial es la fiesta máxima del fútbol. Para organizar semejante circo se necesita el concurso de los protagonistas: los jugadores. Los clubes, propietarios de sus pases, los que les abonan los salarios, no podrán usufructuarlos durante un par de meses, entre comienzos de mayo –cuando acaben los torneos oficiales y arranque las preparaciones para el Mundial– y mediados de julio –cuando finalice el torneo– en beneficio de sus respectivas asociaciones nacionales.
Por eso, la FIFA pensó en una recompensa que, bien mirada, no es del todo pareja. Al fin y al cabo, no es más que la agrupación de las asociaciones nacionales. Así que, cuando la Copa del Mundo termine, las 32 asociaciones cuyas selecciones jugaron el torneo –pero que no son dueñas de los pases de los futbolistas– recibirán, en total, casi 400 millones de dólares. En cambio, los clubes, cuyo capital de piernas y músculos se arriesga en la cita, recibirán apenas la décima parte, 40 millones de dólares.
“Reconocemos que los clubes también pueden participar del beneficio económico de la Copa del Mundo”, dijo ayer el secretario general de la FIFA, Jerôme Valcke. Un ejemplo de sarcasmo: mientras estén obligados a ceder a sus jugadores, los clubes recibirán mil euros diarios por cada futbolista que “entreguen” al Mundial.
El organismo comenzará a pagarles a los clubes quince días antes del inicio del Mundial (aunque los jugadores se sumen a los planteles de los seleccionados quince días antes) y el pago concluirá un día después de que la selección en cuestión quede eliminada de la Copa del Mundo o finalice su participación. De acuerdo con el esquema planteado, la FIFA pagará como máximo durante 45 días, una cifra que no excederá entonces los 45 mil euros.
Eso sí: la generosa retribución esconde una cláusula para nada menor. Los clubes deben comprometerse a reconocer a la FIFA como única organizadora de torneos internacionales de selecciones (que se juegan con su capital) y a no acudir a tribunales ordinarios para dirimir cuestiones que son competencia de la FIFA o del Tribunal Arbitral del Deporte (como, por ejemplo, litigios civiles si algún jugador sufre una grave lesión durante el Mundial). “Este es un cambio para que los clubes lo reconozcan como una garantía contra una posible lesión de sus jugadores”, dijo Valcke.
Lionel Messi, Balón de Oro 2009, gana alrededor de 10 millones de dólares anuales, lo que supone un salario diario de 27.397 euros, que paga el Barcelona. La FIFA le amortizará al club catalán el 4 por ciento de lo que le paga al jugador...
Serán las asociaciones las que se llevarán el grueso de los ingresos: casi 400 millones de dólares. El campeón se hará acreedor a 30 millones, el finalista cobrará 24 millones: como ambos habrán jugado siete partidos, habrá recibido en promedio 4,28 y 3,42 millones por encuentro, respectivamente.
El partido por el tercer puesto tiene importancia económica: el que lo gane recibirá 20 millones; el que pierda, 18. Los cuatro semifinalistas les permitirán a sus asociaciones nacionales ganar en conjunto 92 millones de dólares, más del doble de lo que reciban los clubes propietarios de todos los futbolistas del Mundial.
Los equipos que pierdan en cuartos de final (como le sucedió a la Argentina en 2006) se llevarán 14 millones de dólares y los que caigan en octavos cobrarán 9 millones. Las 16 selecciones que no consigan superar la fase de grupo, distribuidas de acuerdo con el sorteo que se realizará hoy en Ciudad del Cabo, se harán acreedoras de 8 millones de dólares cada una, es decir, un promedio de 2,66 millones por partido jugado.
La suma total de los premios alcanza los 348 millones de dólares, pero la FIFA anunció que cada asociación nacional ya recibió un millón de dólares adicional, para “preparación”, lo que eleva la cuenta a 380 millones. Según la FIFA, esa cifra representa un 61 por ciento de aumento respecto de Alemania 2006. Y, claro, el dinero a repartir entre los clubes es de un incremento infinito, porque hasta el Mundial pasado no recibían un centavo. Pero aun así, la repartija parece excesivamente desbalanceada.
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Qué negocio extraordinario
La FIFA organiza el Mundial con capital ajeno: repartirá casi 400 millones entre las asociaciones nacionales que jugarán la Copa del Mundo, pero apenas les dará la décima parte a los clubes que deben ceder a sus futbolistas.
Por Pablo Vignone
Un negocio extraordinario. Además de los 450 mil hinchas extranjeros que desembarquen en Sudáfrica para ver el Mundial junto con los fanáticos locales, que ya llevan adquiridas el 60 por ciento de las entradas vendidas, miles de millones de personas lo mirarán por televisión, lo que dejará en las arcas de la FIFA más de 2000 millones de dólares. En el último año en que hubo Copa del Mundo, en 2006, la entidad que preside Joseph Blatter reportó ganancias por casi 250 millones de dólares.
El Mundial es la fiesta máxima del fútbol. Para organizar semejante circo se necesita el concurso de los protagonistas: los jugadores. Los clubes, propietarios de sus pases, los que les abonan los salarios, no podrán usufructuarlos durante un par de meses, entre comienzos de mayo –cuando acaben los torneos oficiales y arranque las preparaciones para el Mundial– y mediados de julio –cuando finalice el torneo– en beneficio de sus respectivas asociaciones nacionales.
Por eso, la FIFA pensó en una recompensa que, bien mirada, no es del todo pareja. Al fin y al cabo, no es más que la agrupación de las asociaciones nacionales. Así que, cuando la Copa del Mundo termine, las 32 asociaciones cuyas selecciones jugaron el torneo –pero que no son dueñas de los pases de los futbolistas– recibirán, en total, casi 400 millones de dólares. En cambio, los clubes, cuyo capital de piernas y músculos se arriesga en la cita, recibirán apenas la décima parte, 40 millones de dólares.
“Reconocemos que los clubes también pueden participar del beneficio económico de la Copa del Mundo”, dijo ayer el secretario general de la FIFA, Jerôme Valcke. Un ejemplo de sarcasmo: mientras estén obligados a ceder a sus jugadores, los clubes recibirán mil euros diarios por cada futbolista que “entreguen” al Mundial.
El organismo comenzará a pagarles a los clubes quince días antes del inicio del Mundial (aunque los jugadores se sumen a los planteles de los seleccionados quince días antes) y el pago concluirá un día después de que la selección en cuestión quede eliminada de la Copa del Mundo o finalice su participación. De acuerdo con el esquema planteado, la FIFA pagará como máximo durante 45 días, una cifra que no excederá entonces los 45 mil euros.
Eso sí: la generosa retribución esconde una cláusula para nada menor. Los clubes deben comprometerse a reconocer a la FIFA como única organizadora de torneos internacionales de selecciones (que se juegan con su capital) y a no acudir a tribunales ordinarios para dirimir cuestiones que son competencia de la FIFA o del Tribunal Arbitral del Deporte (como, por ejemplo, litigios civiles si algún jugador sufre una grave lesión durante el Mundial). “Este es un cambio para que los clubes lo reconozcan como una garantía contra una posible lesión de sus jugadores”, dijo Valcke.
Lionel Messi, Balón de Oro 2009, gana alrededor de 10 millones de dólares anuales, lo que supone un salario diario de 27.397 euros, que paga el Barcelona. La FIFA le amortizará al club catalán el 4 por ciento de lo que le paga al jugador...
Serán las asociaciones las que se llevarán el grueso de los ingresos: casi 400 millones de dólares. El campeón se hará acreedor a 30 millones, el finalista cobrará 24 millones: como ambos habrán jugado siete partidos, habrá recibido en promedio 4,28 y 3,42 millones por encuentro, respectivamente.
El partido por el tercer puesto tiene importancia económica: el que lo gane recibirá 20 millones; el que pierda, 18. Los cuatro semifinalistas les permitirán a sus asociaciones nacionales ganar en conjunto 92 millones de dólares, más del doble de lo que reciban los clubes propietarios de todos los futbolistas del Mundial.
Los equipos que pierdan en cuartos de final (como le sucedió a la Argentina en 2006) se llevarán 14 millones de dólares y los que caigan en octavos cobrarán 9 millones. Las 16 selecciones que no consigan superar la fase de grupo, distribuidas de acuerdo con el sorteo que se realizará hoy en Ciudad del Cabo, se harán acreedoras de 8 millones de dólares cada una, es decir, un promedio de 2,66 millones por partido jugado.
La suma total de los premios alcanza los 348 millones de dólares, pero la FIFA anunció que cada asociación nacional ya recibió un millón de dólares adicional, para “preparación”, lo que eleva la cuenta a 380 millones. Según la FIFA, esa cifra representa un 61 por ciento de aumento respecto de Alemania 2006. Y, claro, el dinero a repartir entre los clubes es de un incremento infinito, porque hasta el Mundial pasado no recibían un centavo. Pero aun así, la repartija parece excesivamente desbalanceada.
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