Por Mariano Andrade
Los países emergentes siguen apuntalando la reactivación mundial tras haber salido relativamente ilesos de la crisis financiera, aunque no se encuentran exentos de riesgos que pueden hacerlos tambalear, como muestra el caso de China, advirtieron responsables políticos presentes en el Foro de Davos.
Los países emergentes siguen apuntalando la reactivación mundial tras haber salido relativamente ilesos de la crisis financiera, aunque no se encuentran exentos de riesgos que pueden hacerlos tambalear, como muestra el caso de China, advirtieron responsables políticos presentes en el Foro de Davos.
Mientras China se encuentra en la mira por presiones inflacionistas y el temor a burbujas especulativas, Brasil afirma tener encauzado un crecimiento sostenible para los próximos años, lo que demuestra que no es posible meter en la misma Bolsa a todos los mercados emergentes, ni siquiera a los BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
"Brasil está teniendo un proceso de crecimiento sostenible, porque se mantienen los fundamentos, cuidando mucho la cuestión monetaria y la cuestión fiscal", dijo este viernes el ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, en el Foro Económico Mundial (WEF) que se celebra en la estación de esquí del este de Suiza.
"No tenemos una preocupación mayor" por la inflación, dijo Mantega, recordando que el alza del índice de precios al consumidor en Brasil fue del 4,31% en 2009 y que la proyección para 2010 es de 4,5%, lo que lo diferencia de China, donde se teme un recalentamiento de la economía.
Pero así como hay diferencias entre los mercados emergentes, también hay similitudes, y riesgos que acechan el crecimiento sostenible de esos países que se codean con las potencias industrializadas en el seno del G20.
"Sería un error pensar que se mantendrá el crecimiento si la economía mundial en su conjunto no logra superar completamente la crisis y restaurar la confianza", indicó en ese sentido el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo, hablando de un "gran signo de interrogación" de cara al futuro.
"El mayor riesgo es que no haya una recuperación suficiente de la economía mundial para estimular el comercio", coincidió de su lado Mantega.
Según el vicegobernador del Banco Central de China, Zhu Min, existe el riesgo de que los países emergentes puedan sufrir este año una brusca fuga de capitales si la Reserva Federal estadounidense no endurece su política monetaria. "Todo el mundo está muy preocupado por la dirección que van a tomar los movimientos de capitales. Es un riesgo real este año".
En efecto, las tasas de interés estadounidenses se encuentran actualmente a niveles históricamente bajos, lo que ha vuelto muy barato al dólar y ha hecho que los fondos levantados en esa divisa sean invertidos en gran parte en los mercados de los países en desarrollo, con rendimientos más altos.
Un aumento de las tasas de interés estadounidenses podría provocar una fuga de capitales y por consiguiente una caída de las monedas de los países emergentes como ya fue el caso en Asia en 1997 y 1998.
En el caso de las grandes economías de América Latina, hay dos puntos a favor para enfrentar esta hipótesis: la regulación financiera aplicada tras las crisis de los 90 en México, Argentina y Brasil, y las buenas reservas en divisas de varios países de la región.
"Brasil tomó medidas para mitigar este problema (del dólar infravalorado). Está comprando más reservas, creó una tasa de transacciones financieras que calmó el ingreso de capitales", explicó Guido Mantega, para quien el problema no está resuelto pero está más controlado que en el pasado.
De su lado, el ex gobernador del Banco Central mexicano Guillermo Ortiz, también presente en Davos, recordó que los mercados emergentes que tuvieron una crisis financiera en los 80 ó 90 resistieron mejor a la de 2008 y 2009 gracias a "la fuerte regulación" que se aplicó en aquel momento.
"Todos los mercados emergentes fueron capaces de resistir. Esto me sugiere que debemos aprender de nuestros errores. En el caso de los mercados emergentes, la fuerte regulación se aplicó para evitar este tipo de problemas que llevaron a una crisis", señaló Ortiz.
"Brasil está teniendo un proceso de crecimiento sostenible, porque se mantienen los fundamentos, cuidando mucho la cuestión monetaria y la cuestión fiscal", dijo este viernes el ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, en el Foro Económico Mundial (WEF) que se celebra en la estación de esquí del este de Suiza.
"No tenemos una preocupación mayor" por la inflación, dijo Mantega, recordando que el alza del índice de precios al consumidor en Brasil fue del 4,31% en 2009 y que la proyección para 2010 es de 4,5%, lo que lo diferencia de China, donde se teme un recalentamiento de la economía.
Pero así como hay diferencias entre los mercados emergentes, también hay similitudes, y riesgos que acechan el crecimiento sostenible de esos países que se codean con las potencias industrializadas en el seno del G20.
"Sería un error pensar que se mantendrá el crecimiento si la economía mundial en su conjunto no logra superar completamente la crisis y restaurar la confianza", indicó en ese sentido el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo, hablando de un "gran signo de interrogación" de cara al futuro.
"El mayor riesgo es que no haya una recuperación suficiente de la economía mundial para estimular el comercio", coincidió de su lado Mantega.
Según el vicegobernador del Banco Central de China, Zhu Min, existe el riesgo de que los países emergentes puedan sufrir este año una brusca fuga de capitales si la Reserva Federal estadounidense no endurece su política monetaria. "Todo el mundo está muy preocupado por la dirección que van a tomar los movimientos de capitales. Es un riesgo real este año".
En efecto, las tasas de interés estadounidenses se encuentran actualmente a niveles históricamente bajos, lo que ha vuelto muy barato al dólar y ha hecho que los fondos levantados en esa divisa sean invertidos en gran parte en los mercados de los países en desarrollo, con rendimientos más altos.
Un aumento de las tasas de interés estadounidenses podría provocar una fuga de capitales y por consiguiente una caída de las monedas de los países emergentes como ya fue el caso en Asia en 1997 y 1998.
En el caso de las grandes economías de América Latina, hay dos puntos a favor para enfrentar esta hipótesis: la regulación financiera aplicada tras las crisis de los 90 en México, Argentina y Brasil, y las buenas reservas en divisas de varios países de la región.
"Brasil tomó medidas para mitigar este problema (del dólar infravalorado). Está comprando más reservas, creó una tasa de transacciones financieras que calmó el ingreso de capitales", explicó Guido Mantega, para quien el problema no está resuelto pero está más controlado que en el pasado.
De su lado, el ex gobernador del Banco Central mexicano Guillermo Ortiz, también presente en Davos, recordó que los mercados emergentes que tuvieron una crisis financiera en los 80 ó 90 resistieron mejor a la de 2008 y 2009 gracias a "la fuerte regulación" que se aplicó en aquel momento.
"Todos los mercados emergentes fueron capaces de resistir. Esto me sugiere que debemos aprender de nuestros errores. En el caso de los mercados emergentes, la fuerte regulación se aplicó para evitar este tipo de problemas que llevaron a una crisis", señaló Ortiz.
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