viernes, 21 de agosto de 2015

“Cuidar lo logrado”

ENCUENTRO DE SCIOLI Y EMPRESARIOS

“Cuidar lo logrado”

“Este proyecto político es el más coherente, el más previsible y yo quiero ser el presidente pyme”, señaló ayer el candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, en un acto con empresarios nacionales. “Los industriales deben saber que tenemos un país desendeudado con un proyecto político que es el más consistente, el más nacional y popular”, y convocó “a todos a encarar un gran acuerdo nacional por el desarrollo”.
“Argentina necesita que sigamos en este camino, sigamos creciendo, y por eso hay que cuidar todo lo que logramos y trabajar por lo que falta, pero el país no necesita un cambio”, sostuvo el gobernador bonaerense, ratificando el rumbo iniciado en el 2003 al llegar Néstor Kirchner a la Presidencia.
Más de quinientos directivos de empresas nacionales se reunieron en el Paseo La Plaza en un acto con Scioli por el Día del Empresario Nacional, para escuchar el mensaje del candidato del FpV. “Nuestra convicción está en el mercado interno, en el desendeudamiento, en conquistar nuevos mercados para aumentar las exportaciones y en no volver al ajuste”, destacó el mandatario, que estuvo acompañado por la ministra de Industria, Débora Giorgi; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y la viceministra de Trabajo, Noemí Rial.
El candidato presidencial del kirchnerismo recordó sus inicios como empresario y realizó un llamado a los titulares de las compañías a que “se la jueguen por Argentina, que inviertan con confianza en el país”, convocándolos a apoyar su propuesta en las urnas el próximo 25 de octubre “porque este proyecto político es el más coherente, el más previsible y yo quiero ser el presidente pyme”. Scioli puso sobre la mesa las diferencias en materia económica con el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, al señalar que “el camino es el gradualismo para enfrentar todos los problemas, pero no podemos volver al ajuste, al endeudamiento ni al enfriamiento de la economía”.
“Los necesito a ustedes, a sus trabajadores y a todos los argentinos para que juntos convoquemos con un gran espíritu nacional a buscar las nuevas victorias que tenemos por delante, porque hemos recuperado la patria y la independencia económica”, sostuvo Scioli ante el nutrido grupo de empresarios. El candidato destacó que no hay industria sin campo y no hay campo sin industria”, porque “buscamos que la Argentina sea una potencia productora de alimentos, en energías renovables a partir de las características de nuestro territorio”, destacando la importancia de ambos sectores empresariales para un futuro gobierno del kirchnerismo.
Poco antes de salir hacia la Casa Rosada para participar de un acto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su compañero de fórmula, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, ratificó su compromiso “a conquistar nuevos mercados” y “promover asociaciones productivas con empresas nacionales”. Luego, hizo un repaso histórico político sobre las etapas del kirchnerismo en el Gobierno al detallar que “hemos salido del infierno, luego tuvimos años de crecimiento, de recuperación sostenida, y sabemos que en la agenda del desarrollo argentino tenemos que integrar al campo, a la banca pública, la ciencia y la tecnología, y yo soy la garantía de que puedan sostener este camino”.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-279839-2015-08-21.html

The Death of Neo-Liberalism

The Death of Neo-Liberalism


 In the words of Gerard Dumenil, a Director of Research at the Centre National de la Recherche Scientifique in Paris, it reflected a “structural crisis,” such as those affecting the course of capitalism about every forty years, namely the late 19th century, the Great Depression, and the 1970. Above all else, it reflects a crisis in the prevailing neo-liberal paradigm, which has dominated policy-making for the past 40 years. According to Dumenil, neoliberalism is a social order, a new form of capitalism, that can be explained by recognising that there are now three classes or “social orders” in contemporary capitalism: the capitalists; the “popular class” made up of wage workers and lower-level salaried employees; and in between there is what Dumenil describes as the “managerial class”. The social order changes when the managerial class sides with one or other of the other two. Thus in the 1930s and in the post war period, the managerial class sided with the popular class against the capitalist class and we had the welfare state etc. In the neoliberal era, the managerial class has sided with the capitalist financial class and the popular class has been on the back foot. With the crisis of neoliberalism, we could look to a new realignment of this ‘social order’, with the managers swinging back again toward the popular class as their position continues to be eroded and their standards of living threatened.
Repairing our economy will require a dramatic reversal of the free market ethos that’s enveloped most of the world over the past few decades. Most importantly, it will require a downsizing of the financial sector, as the financialization of the economy has meant that finance has become central to the daily operations of the economic system. More precisely, the private nonfinancial sectors of the economy have become more dependent on the smooth functioning of the financial sector in order to maintain the liquidity and solvency of their balance sheet, and to improve and maintain their economic welfare. For example, households have increased their use of debt to fund education, healthcare, housing, transportation, and leisure, and they have become more dependent on interest, dividends and capital gains as a means to maintain and grow their standard of living.
But simply reviving the discredited policies of the last 40 years will not lead to a lasting recovery; free markets cannot turn worthless lead into gold. In addition, as the experience of the early 1930s tells us, if left alone to deal with the current problems, market mechanisms will lead to massive deflation, massive bankruptcies, massive destructions of physical assets, and enormous unemployment. This will continue until the debt structure is simplified and the underlying structure of the economy is radically changed. In the process, social unrest will grow to the point that the entire socio-economic system will be threatened.

http://ineteconomics.org/ideas-papers/interviews-talks/the-death-of-neo-liberalism

martes, 11 de agosto de 2015

Argentina gana una batalla legal a los ‘fondos buitre’

Argentina gana una batalla legal a los ‘fondos buitre’

Dictamen. No se sumarán más acreedores a la demanda en EEUU
Manifestación. Una protesta callejera contra la decisión del juez Thomas Griesa, el año pasado.
Manifestación. Una protesta callejera contra la decisión del juez Thomas Griesa, el año pasado. Xinhua.
La Razón (Edición Impresa) / EFE, AFP / Nueva York
01:44 / 11 de agosto de 2015
Un tribunal de apelaciones de Nueva York dio ayer la razón al Gobierno de Argentina y falló contra la decisión del juez Thomas Griesa de permitir a nuevos acreedores sumarse a la demanda contra el país sudamericano por bonos en mora. Griesa había aceptado la petición de “trato igualitario” (“me too”) solicitada por un grupo de 500 acreedores que también rechazaron los canjes ofrecidos en 2005 y 2010 por la deuda que Argentina dejó de pagar durante la gestión 2001.
El 6 de junio, el juez estadounidense falló en favor de demandas por aproximadamente $us 5.200 millones de tenedores de bonos argentinos en default. Griesa las sumó a su sentencia en favor de los fondos especulativos NML Capital y Aurelius por $us 1.330 millones de deuda en default.
Al igual que NML Capital y Aurelius, esos nuevos querellantes figuran entre el 7% de tenedores de bonos impagos desde 2001 que no entraron en los canjes efectuados por Argentina con importantes quitas y una aceptación del 93% de ellos.
Negativa. Ayer, el tribunal de Nueva York dio la razón a las autoridades argentinas al considerar que el juez Griesa contravino un dictamen anterior del propio Tribunal de Apelaciones. En el fallo, la Corte recuerda que había dado a Griesa “instrucciones específicas que no permitían expandir” el número de demandantes y señala que el juez “erró” al tener en cuenta las peticiones de los acreedores que buscaban sumarse a la demanda.
La decisión del tribunal frena esa acción colectiva, pero a priori no impide que los bonistas actúen individualmente contra el país sudamericano. En junio, Argentina anunció inmediatamente que iba a recurrir la decisión de Griesa sobre la que falló ayer la Corte de Apelación.
“Estos demandantes son los mismos ‘fondos buitre’ que ya obtuvieron una orden similar en el pasado, pero que ahora se disfrazan en nuevas causas como ‘me too’ con el objetivo de generar más presión”, dijo entonces en un comunicado el Ministerio de Economía argentino. Argentina fue demandada en el juzgado de Griesa por fondos especulativos que adquirieron bonos no sujetos a los canjes de deuda y por tanto en mora desde 2001.
Desde el año pasado, un fallo del juez neoyorquino obliga al país sudamericano a pagar a los fondos $us 1.300 millones, más intereses, mientras mantiene bloqueado el pago al resto de los acreedores que sí aceptaron realizar el canje. A causa de este litigio, el perfil crediticio de Argentina es de “suspensión de pago selectivo”, impuesto por las agencias calificadoras a inicios de agosto pasado.
La pulseada seguirá mañana en un tribunal de Nueva York. NML acusa a Buenos Aires de no devolverle su dinero a los acreedores y también reclama sanciones. Griesa mantiene bloqueado desde julio en el Bank of New York $us 539 millones que efectuó Argentina para tenedores de bonos reestructurados en dólares bajo legislación estadounidense y en euros bajo legislación británica. Con esta medida, que llevó al país a un default parcial sobre su deuda, el juez pretende que se cumpla la sentencia que dictó.
Bolivia y su trabajo en la ONU
Comité
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) decidió conformar el comité ad hoc sobre Procesos de Reestructuración de Deuda Soberana. Bolivia está a cargo de la presidencia.

Al menos 500 economistas del mundo se reunirán del 15 al 17 de octubre en Santa Cruz

Al menos 500 economistas del mundo se reunirán del 15 al 17 de octubre en Santa Cruz

A ese encentro se sumaran, además, dos premios nobel de economía: Lars Peter Hansen, que es un distinguido economista y profesor en la Universidad de Chicago de Estados Unidos y Peter Diamond, reconocido economista estadounidense.
La Razón Digital / ABI / La Paz
12:04 / 11 de agosto de 2015
Al menos 500 economistas e investigadores del mundo se reunirán del 15 al 17 de octubre en la ciudad de oriental de Santa Cruz, al este de Bolivia, para participar en la vigésima versión de la Reunión Anual de Economistas de Latinoamérica y del Caribe, anunció hoy el vicepresidente Álvaro García Linera.
En una conferencia de prensa, la autoridad manifestó su agradecimiento a los organizadores de ese evento por fijar como sede a Bolivia, que desde hace nueve años atraviesa un proceso de trasformación política y económica, que dio a la fecha como resultado un triple crecimiento en un Producto Interno Bruto (PIB).
"Va a ser un encuentro muy interesante porque van a venir cerca de 500 investigadores del continente y del mundo, cada uno con su especialidad, preocupación, interés y su propuesta", dijo el segundo del Ejecutivo.
Informó que a ese encentro se sumaran, además, dos premios nobel de economía: Lars Peter Hansen, que es un distinguido economista y profesor en la Universidad de Chicago de Estados Unidos y Peter Diamond, reconocido economista estadounidense.
Indicó que ese encuentro se caracterizará por la participación de estudiantes de economía y ciencias sociales nacionales y extranjeros.
El Vicepresidente comprometió a trasladar a ese evento a los mejores estudiantes de economía del país, para que participen y escuchen el intercambio de experiencias de los profesionales extranjeros.
"Saludo la iniciativa que han tenido los organizadores, para que acá en Bolivia podamos llevar adelante la vigésima reunión de la Asociación de Economistas de América Latina y del Caribe", manifestó.
Finalmente, informó que en ese evento, que se desarrollará por primera vez en Bolivia, se socializarán los logros económicos que alcanzó a la fecha el país, gracias a la política económica, productiva y comunitaria aplicada desde hace nueve años.
"Convocar a la juventud, a los jóvenes, entiendo que este es un evento de especialistas, pero hago convocatoria para que los jóvenes puedan concurrir", indicó.
Según los organizadores, el objetivo principal de ese encuentro es fomentar el debate sobre cuestiones económicas importantes para la región a través de la participación activa y conjunta de los académicos, legisladores, funcionarios de organismos internacionales y del gobierno, economistas del sector privado, y estudiantes.
Además, atraer investigadores jóvenes, estudiantes y economistas de los países menos desarrollados de la región a participar en diferentes redes de investigación, contribuyendo así a la investigación y el desarrollo de sus economías.

lunes, 10 de agosto de 2015

"Ya hay base para luchar contra los ‘fondos buitre’"

Sacha Llorenti: Deuda, Bolivia impulsa histórico ‘contrapeso’ al FMI

Con la experiencia de los ‘fondos buitre’, en la ONU se ve la posibilidad de regular de algún modo la deuda  soberana (la contraída por los países), y que ésta no sea una forma de sujeción de los Estados deudores. Bolivia preside el comité que empezó el trabajo.
Sacha Llorenti.
Sacha Llorenti. Fotos: Miguel Carrasco.
La Razón (Edición Impresa) / Iván Bustillos Zamorano / La Paz
00:03 / 09 de agosto de 2015
En respuesta a la crisis provocada por los denominados “fondos buitre” (2012-14) en la economía argentina, y en vista a que éste no es un caso único, en 2014 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió conformar el Comité Ad Hoc sobre Procesos de Reestructuración de Deuda Soberana (modificación de los términos de la deuda adquirida por los países, especialmente en cuanto a plazos y tasas de interés). Este Comité empezó a trabajar en enero de 2015 y su presidencia fue encomendada a la representación boliviana. Tras meses de labor, el comité aprobó “nueve principios” sobre dicha reestructuración, señala el embajador de Bolivia en la ONU, Sacha Llorenti.
Se espera que dichos principios sean aprobados en la Asamblea General en los primeros días de septiembre. De ser así, tales mandatos marcarán un antes y un después en la historia del organismo internacional, apunta el diplomático, pues será la primera vez que desde la ONU se trate de regular el endeudamiento de los países; en cierto sentido, se puede decir, estará naciendo uno de los más importantes contrapesos a la actual visión de la deuda, expresada hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI). 
— Al parecer se trata de una labor pionera en la ONU.
— Así es. Hasta ahora no hay nada en el derecho internacional sobre los procesos de reestructuración de deuda soberana; esto siempre se ha dejado en manos del mercado; y cuando digo mercado es un término eufemístico que tiene que ver con poderes financieros y con la especulación. El comité concluyó su trabajo aprobando de manera unánime nueve principios, que marcan un antes y un después en la historia de cómo la ONU trata los procesos de reestructuración de deuda soberana.
— ¿La idea es regular el endeudamiento de los Estados?
— Es la reestructuración de la deuda y, junto a esto, tratar de construir un sistema de contrapesos al FMI. No todos los países están de acuerdo con este proceso; en la resolución del año pasado, 11 países han votado en contra, Estados Unidos y sus aliados; su argumento es que éste no es un tema para la Asamblea General de la ONU, sino para el FMI. Nosotros hemos roto ese esquema, porque consideramos que no es un tema de especialidad, sino que está estrictamente vinculado a la democracia. Esos 11 países tienen menos del 11% de votos en la Asamblea, donde todos somos iguales, cada país, un voto; pero tienen casi 40% de votos en el FMI; quieren que el tema se trate donde ellos tienen control, y no donde hay un ambiente democrático; esos 11 países reúnen a los grandes acreedores, al centro financiero mundial.
— La deuda es de dominio del FMI porque tiene, se dice, un carácter estrictamente económico.
— Antes era un tema solamente para el FMI; pero se ha convertido en un tema o escenario para el resto de los Estados miembros. ¿Por qué? Porque cuando hablamos de reestructuración de la deuda, no estamos hablando solo de un tema vinculado al sistema financiero; es un hecho relacionado con la capacidad de crecimiento de un país, por ello, con su capacidad de desarrollo, con los derechos económicos y sociales, con la calidad de su sistema político y, finalmente, con su democracia; entonces, es un tema esencial, que ha cobrado relevancia con la crisis que se vive todavía en Grecia. Así, la reestructuración de la deuda no es exclusivo de los países en desarrollo; en los desarrollados también se produce este fenómeno.
— Hablemos de los principios. El primero es la potestad del Estado para reestructurar su deuda.
— El hecho de establecer que la reestructuración de la deuda es parte del derecho de un Estado implica que los acreedores y sus representantes tienen límites a la hora de imponer condiciones. Está vinculado a otro principio, que tiene que ver con el respeto a la jurisdicción de los Estados. Lo que pasa, por ejemplo, con los “fondos buitre” en Argentina: un solo juez, el juez (Thomas) Griesa, pudo paralizar el proceso de reestructuración de deuda de un Estado soberano. Eso genera un nivel de inestabilidad y de inseguridad jurídica tremendo. ¡Cómo es posible que un juez pueda sobreponerse a la soberanía de los Estados, un juez de un distrito judicial cualquiera! Esto se da justamente por este vacío en el derecho internacional.
— Transparencia. En el mundo financiero parece muy difícil...
— La transparencia y evitar la corrupción son temas fundamentales, porque, por ejemplo, los “fondos buitre” trabajan para especular, no invierten nada, no prestan nada; pero buscan dónde hay problemas de deuda, compran los bonos de esa deuda a precios bajos, y luego litigan con el Estado pidiendo más dinero; especulación pura. Entonces, es necesaria la transparencia para que, entre otras cosas, los Estados sepan cuáles son los operadores financieros que trabajan como fondos buitre, para que tengan cuidado, y también para que las distintas jurisdicciones sepan que ese tipo de especulación es atentatoria, en este caso a estos nuevos principios.
— También se habla de la sustentabilidad de la reestructuración: cuidar el derecho del acreedor pero también asegurar el desarrollo del país, no bloquearlo.
— Así es. Además no solo porque es violatorio a los derechos económicos y sociales, sino porque es absolutamente antieconómico. No se puede exigir medidas de ajuste estructural, que es lo que nos pasó a nosotros en los ‘80, tan dramáticas que cortan nuestras posibilidades de desarrollo, a título de satisfacer la demanda del sistema financiero. Se propuso, por ejemplo, que la reestructuración esté vinculada al Producto Interno Bruto (PIB) de los países; que se planifique la reestructuración tomando en cuenta las posibilidades de desarrollo del país.
— Por lo común se ve este tipo de programas solo para los países ‘subdesarrollados’, pero el tema de la deuda también es un problema de los desarrollados.
— Así es. Le pasó a Argentina, un miembro del G20, un país con una economía grande. Se sacó algo positivo de eso, porque Argentina sí tuvo la musculatura para hacer defender sus derechos, y tomó un liderazgo en distintos grupos regionales para combatir a los “fondos buitre”. Pero veamos lo que está pasando en el sur de Europa: no es solamente Grecia; Italia, España, Islandia, Portugal, Ucrania, todos con problemas de deuda; no es un tema solamente de los países en desarrollo; es un tema que tiene que ver con el sistema financiero en general.
— Y también para el acreedor. Al propio acreedor le interesa que el pago de la deuda sea sostenible.
— Sostenible y previsible, que haya previsibilidad a la hora de resolver estos problemas. En lo que no se puede caer es en la lógica especulativa, atentatoria de los derechos económicos y sociales y que todo esto se convierta en una especie de chantaje político.
— Había la idea de constituir un Tribunal de Deuda Soberana, en el mismo nivel de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
— Por eso esto es un hito histórico; estamos abriendo la puerta para que el órgano más democrático del mundo, con todas sus limitaciones y defectos, que es la Asamblea General de Naciones Unidas, trate estos temas. El primer gran paso son estos principios; luego, la idea es que el comité continúe trabajando para ver estas opciones; esa (las del Tribunal sobre deuda) es una opción; hay otras opciones que hablan solamente de mediación; otros que proponen algo intermedio; pero lo que está claro es que tal y como está el sistema, no resuelve ningún problema; todo lo contrario.
— ¿Qué va pasar si el FMI pone sus reales y dice no, aquí valen estas nuestras reglas?
— Yo creo que tarde o temprano el FMI y los países que se oponen a este proceso se van a dar cuenta de que estamos en una ruta irreversible, que toma tiempo, por supuesto, como todo en el sistema internacional; pero es una ruta irreversible de transformación del sistema financiero en su conjunto.
— Pero el tema, como siempre, es el efecto concreto que tendrán estos principios.
— Si estos principios son aprobados en la Asamblea en septiembre, todos los futuros contratos, todas las futuras litigaciones vinculadas con la reestructuración de deuda van hacer referencia a estos principios; todo el mundo va a decir, ‘pero hay unos principios’. Con la debida diferencia, será como cuando se habla de la Declaración Universal de Derechos Humanos; está ahí, se convierte en un punto de referencia ineludible, en la base de construcción de un sistema distinto. De aquí a algunos años, esto será un punto de referencia para hablar de una transformación en el sistema financiero. Otra gran ventaja es que las economías emergentes, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), están acompañando este proceso.
Datos
Nombre: Sacha Sergio Llorenti Soliz
Nació: 13 de marzo de 1972
Cargo: Representante permanente de Bolivia ante las Naciones Unidas
Perfil
Llorenti fue activista de Derechos Humanos; en el gobierno de Evo Morales fue viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales y ministro de Gobierno, cargo al que renunció a raíz de la represión a indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Fue nombrado embajador en la ONU en agosto de 2012.
PRINCIPIOS DE REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA SOBERANA (CONTRAÍDA POR LOS ESTADOS)
1. El derecho del Estado soberano a actuar, en ejercicio de su autoridad, a diseñar su política macroeconómica, inclusive la reestructuración de su deuda soberana, que no debe ser frustrada o impedida por ninguna medida abusiva. La reestructuración debe hacerse como el último recurso y preservando los derechos de los acreedores principales.
2. La buena fe, tanto por el Estado deudor como de sus acreedores, implica negociaciones constructivas de reestructuración de la deuda soberana con el objetivo de un restablecimiento rápido y duradero de la sostenibilidad y el servicio de la deuda.
3. La transparencia debe ser promovida para mejorar la rendición de cuentas de los actores involucrados. Se puede conseguir a través del intercambio oportuno de datos y procesos relacionados con la renegociación de la deuda soberana.
4. La imparcialidad requiere que todas las instituciones y actores involucrados en procesos de reestructuración de deuda soberana, incluso en el ámbito regional, de conformidad con sus respectivos mandatos, disfruten de independencia y se abstengan de ejercer cualquier influencia indebida en los procesos, sobre otras partes interesadas o participar en acciones que podrían dar lugar a conflictos de intereses o corrupción, o ambos.
5. El tratamiento equitativo impone a los Estados el deber de abstenerse de discriminar arbitrariamente entre los acreedores, a menos que un tratamiento diferente sea justificable bajo ley y se correlacione con las características del crédito, garantizando la igualdad entre acreedores. Éstos tienen el derecho a recibir el mismo trato proporcional de acuerdo con su crédito y sus características. No hay acreedores que deban excluirse a priori del proceso de reestructuración de la deuda soberana.
6. La inmunidad soberana de jurisdicción y ejecución respecto a las reestructuraciones de deuda soberana es un derecho de los Estados ante tribunales nacionales y extranjeros, y las excepciones deben ser interpretadas restrictivamente.
7. Legitimidad, implica que el establecimiento de instituciones y operaciones de reestructuración de deuda soberana respetan la inclusión y el estado de derecho. Los términos y condiciones de los contratos originales deberán permanecer válidos hasta el momento en que sean modificados por un acuerdo de reestructuración.
8. Sostenibilidad, implica que la reestructuración de deuda se realice de manera oportuna y eficiente, y que lleve a una situación de deuda estable en el Estado deudor, preservando derechos de los acreedores; mientras promueve un crecimiento económico sostenido e incluyente y un desarrollo sostenible, minimizando costos económicos y sociales, garantizando la estabilidad del sistema financiero internacional y respetando los derechos humanos.
9. La reestructuración mayoritaria implica que los acuerdos de reestructuración, que son aprobados por una mayoría cualificada de acreedores, no deben verse afectados, amenazados o impedidos por otros Estados o por una minoría no representativa de acreedores. Se debe respetar la decisión adoptada por la mayoría de los acreedores, y alentar a los Estados a incluir cláusulas de acción colectiva en futuras emisiones de su deuda soberana.

martes, 4 de agosto de 2015

"Adiós, Chicago boys. Hola, pandilla del MIT."

La pandilla del MIT

La visión pragmática que nos enseñaron en la universidad se ha mostrado muy acertada

Fachada de la Escuela de Negocios Sloan, del MIT, en Cambridge (Massachussetts, EE UU) / KELVIN MA (BLOOMBERG)

25 JUL 2015 - 00:00 CEST

Adiós, Chicago boys. Hola, pandilla del MIT.
Por si no saben de lo que hablo, la expresión “muchachos de Chicago” se usaba en su momento para referirse a aquellos economistas latinoamericanos, formados en la Universidad de Chicago, que se llevaron el radicalismo del libre mercado a sus países de origen. La influencia de estos economistas se enmarcó en un fenómeno más generalizado: las décadas de 1970 y 1980 fueron una época de supremacía para las ideas económicas basadas en el laissez-faire y para la escuela de Chicago, promotora de dichas ideas.
Pero hace mucho tiempo de eso. Ahora hay otra escuela que está en alza, y merecidamente.
De hecho, resulta sorprendente la poca atención que han prestado los medios de comunicación al predominio de los economistas formados en el MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en los cargos políticos y la retórica política. Pero es de lo más llamativo. Ben Bernanke se doctoró en el MIT; igual que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, y Olivier Blanchard, el enormemente influyente jefe de economía del Fondo Monetario Internacional (FMI). Blanchard va a jubilarse, pero su sustituto, Maurice Obstfeld, es otro hombre del MIT (y otro alumno de Stanley Fischer, que dio clase en el MIT durante muchos años y ahora es vicepresidente de la Reserva Federal).
Estos son solo los ejemplos más destacados. Los economistas formados en el MIT, especialmente los que se doctoraron durante la década de 1970, tienen un peso desproporcionado en las instituciones y los debates políticos de todo el mundo occidental. Y sí, yo formo parte de la misma panda.
¿Qué distingue la economía del MIT de las demás y qué importancia tiene esto? Para responder a esa pregunta, hay que remontarse a la década de 1970, cuando todas las personas que acabo de nombrar cursaban sus estudios de posgrado.
En aquella época, el gran problema era la combinación de un paro elevado con una inflación elevada. La llegada de la estanflación fue un gran triunfo para Milton Friedman, quien había predicho exactamente ese desenlace si el Gobierno intentaba mantener la tasa de paro demasiado baja durante demasiado tiempo; todo el mundo lo consideró, con razón o —en su mayoría— sin ella, una prueba de que los mercados acertaban y el Gobierno debía limitarse a quitarse de en medio.
O, por decirlo de otra manera, muchos economistas respondieron a la estanflación dando la espalda a la economía keynesiana y a su petición de que el Gobierno adoptara medidas para combatir las recesiones.
Sin embargo, Keynes nunca se marchó del MIT. Sin duda, la estanflación ponía de manifiesto que las medidas políticas tenían limitaciones. Pero los alumnos siguieron aprendiendo acerca de las imperfecciones de los mercados y la función que la política fiscal y monetaria puede desempeñar a la hora de estimular una economía deprimida.
Y los estudiantes del MIT de la década de 1970 ahondaron en esas ideas en su trabajo posterior. Blanchard, por ejemplo, demostró que las pequeñas desviaciones de la racionalidad perfecta pueden tener grandes repercusiones económicas; Obstfeld probó que los mercados de divisas pueden experimentar a veces un pánico causado por ellos mismos.
Este punto de vista pragmático y de mentalidad abierta se vio reivindicado de forma abrumadora tras el estallido de la crisis en 2008. Los economistas de la escuela de Chicago advertían una y otra vez de que si se respondía a la crisis imprimiendo dinero y permitiendo que aumentase el déficit, se provocaría una estanflación similar a la de la década de 1970, y que la inflación y los tipos de interés se dispararían. Pero los del MIT predijeron, con acierto, que la inflación y los tipos de interés seguirían bajos mientras la economía estuviese deprimida, y que los intentos prematuros de reducir drásticamente el déficit agravarían la depresión.
La verdad, aunque nadie lo crea, es que el análisis económico que algunos aprendimos en el MIT hace mucho tiempo ha funcionado muy, pero que muy bien durante los siete últimos años.
¿Pero se ha traducido el éxito intelectual de la economía del MIT en un éxito político comparable? Por desgracia, la respuesta es que no.
La visión pragmática que nos enseñaron en la universidad se ha mostrado muy acertada
Es cierto que se han producido varios triunfos monetarios importantes. La Reserva Federal, dirigida por Bernanke, hizo caso omiso de las presiones y amenazas de la derecha —Rick Perry, siendo gobernador de Texas, llegó al extremo de acusarle de traición— y se mantuvo fiel a una política resueltamente expansiva que contribuyó a limitar los estragos causados por la crisis financiera. En Europa, el activismo de Draghi ha sido crucial para tranquilizar los mercados financieros, lo que probablemente ha salvado al euro de una catástrofe.
En otros frentes, sin embargo, los buenos consejos de la panda del MIT no se han tenido en cuenta. El departamento de investigación del FMI, bajo la dirección de Blanchard, ha llevado a cabo un trabajo escrupuloso sobre los efectos de la política fiscal y ha demostrado, más allá de toda duda razonable, que recortar drásticamente el gasto cuando la economía está deprimida es un tremendo error y que los intentos de reducir una deuda elevada mediante la austeridad son contraproducentes. Pero los políticos europeos han recortado drásticamente el gasto y exigido una austeridad devastadora a los deudores de todo el continente.
Mientras tanto, en Estados Unidos, los republicanos han respondido al estrepitoso fracaso de la ortodoxia del libre mercado y al notable éxito de las predicciones de sus odiadísimos keynesianos plantándose en sus trece todavía más, decididos a no aprender nada de la experiencia.
En otras palabras, tener razón no siempre basta para cambiar el mundo. Pero, aun así, es mejor tener razón que equivocarse, y la economía del MIT, con su pragmática apertura a la evidencia, ha estado, efectivamente, muy acertada.
Paul Krugman es premio Nobel de Economía de 2008.
© The New York Times Company, 2015.
Traducción de News Clips. 
http://economia.elpais.com/economia/2015/07/24/actualidad/1437745190_845986.html